jueves, 2 de mayo de 2013

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prevención  del cáncer de  cuello uterino producido por el virus del papiloma humano
¿Qué es la infección por el virus del papiloma humano? Los virus del papiloma humano comprenden un grupo de virus que se transmiten, casi exclusivamente por contacto sexual, y cuya infección es la causa de la producción del cáncer de cuello de útero, además de otros cánceres de vulva, vagina, ano y pene. Existen más de 120 tipos distintos de estos virus que pueden infectar al ser humano, aunque sólo 15 de ellos se consideran de alto riesgo para el desarrollo de cáncer de cuello de útero, siendo los llamados tipo 16 y 18 los causantes de más del 70% de los cánceres. Otros tipos (tipos 6 y 11) son los causantes de los denominados condilomas acuminados (verrugas genitales), y de la aparición de verrugas en la parte alta de las vías respiratorias (papilomatosis respiratoria recurrente), debido a la infección de las vías respiratorias en el recién nacido de una madre infectada, durante el parto. En el mundo, entre el 10 y 15% de las mujeres de 30 a 35 años están infectadas, si bien existen grandes diferencias entre países, asociadas a las distintas pautas de relaciones sexuales (más riesgo cuando es más alta la promiscuidad sexual y la edad de inicio de las relaciones sexuales). En España alrededor del 3% de las mujeres de 30-35 años está infectada. ¿Qué síntomas produce? La infección por los papilomavirus pasa desapercibida al no producir síntomas. En la mayoría de las personas infectadas, los virus desaparecen espontáneamente sin secuelas a lo largo de los dos años siguientes a una infección. Teniendo en cuenta la alta frecuencia de circulación de los virus, y la gran cantidad de tipos distintos, las reinfecciones y las infecciones múltiples (por distintos tipos de este virus a la vez) son muy frecuentes, de manera que más del 50% de las personas sexualmente activas han sido infectadas en algún momento de su vida sexual. En los casos en los que los virus de los tipos asociados al cáncer no son eliminados, y quedan en las capas profundas de la piel y mucosas genitales, aparecen al cabo de los años lesiones precancerosas (hasta en 30 de cada 100.000 mujeres) que si no se eliminan quirúrgicamente, evolucionan hacia el cáncer. Si la infección persistente es de los tipos causantes de las verrugas genitales, al cabo de unos años, aparecen estas lesiones que no se malignizan, y por tanto, no producen cáncer, pero son motivo frecuente de consulta ginecológica, y en el caso de infección durante el parto del neonato, de papilomatosis respiratoria recurrente en el bebé. ¿Cómo se diagnostica? Hasta el momento actual, la exploración ginecológica y la realización de citologías periódicas (prueba de Papanicolaou) en las mujeres sexualmente activas son las estrategias que han permitido el diagnóstico temprano y el control de las lesiones precancerosas, con disminución importante de la frecuencia de cáncer de cuello uterino. La recomendación de realización cada 3-5 años de citologías en todas las mujeres sexualmente activas ha demostrado, por tanto, su eficacia, y debe de mantenerse de acuerdo a los criterios científicos, y a los antecedentes de cambios de pareja y resultados de las citologías previas de cada mujer. La utilización de las vacunas frente a los tipos de virus del papiloma más patógenos, recientemente comercializadas en el mundo, no elimina la necesidad de realización de las citologías, si bien permitirá ir adecuando la frecuencia de su realización en mujeres vacunadas con intervalos de control más largos. ¿Cómo se trata? No existe tratamiento para la infección. En las mujeres en las que mediante el cribado por citologías, se detectan lesiones precancerosas de cuello uterino, se tratan mediante técnica quirúrgicas, con resección más o menos amplia en dependencia del grado de la lesión. Puede requerir la histerectomía (extirpación del útero), y tratamientos antitumorales cuando se maligniza (se detecta un cáncer). El cáncer del resto de localizaciones, se trata dependiendo de su ubicación y grado de afectación del cáncer (cirugía, radioterapia o quimioterapia). ¿Cómo se puede evitar el contagio? En el momento actual, se dispone en el mundo de dos vacunas que previenen la infección por los virus del papiloma, asociados con mayor frecuencia a la producción de cáncer de cuello uterino, vagina, vulva, ano y pene, lo que permitirá prevenir más del 70% de estos cánceres. La vacuna es eficaz para prevenir la infección, y por tanto, su aplicación debe de realizarse antes del primer contacto sexual, antes de que se tengan relaciones sexuales. Una vez infectada la persona, la vacunación no tiene ninguna eficacia. Por ello, la edad de vacunación sistemática idónea es en la preadolescencia (entre los 9 y 14 años). Está en proceso de estudio y discusión la decisión de a qué grupos de edad y si solamente en mujeres, o también en varones, recomendar la vacunación sistemática. No obstante, hay un gran consenso en la prioridad de incorporar la vacuna frente al papilomavirus en el calendario de vacunaciones infantiles, en niñas a una edad entre los 9 y los 14 años. Recientemente se acordó recomendar la vacunación sistemática en adolescentes de 11-14 años, según se apruebe en el calendario de vacunaciones de cada comunidad autónoma, incorporándose antes del año 2010. La vacunación de las niñas adolescentes ha sido apoyada por las sociedades científicas españolas, aplicándose en tres dosis separadas por un intervalo de dos meses entre la primera y segunda dosis y de cuatro entre la segunda y la tercera.
La histología es el estudio de los tejidos vivos de plantas y animales y humanos . El término proviene del griego hydtos (tejido) + logos (estudio). Las preguntas son analizadas en función, estructura, origen, evolución, etc. El estudio de las células comenzó en el siglo XVI, cuando los científicos en aquel momento inventaron el primer microscopio. Fue algo tosco, impreciso para hacer estudios más detallados. Con el avance de la tecnología, la aparición del microscopio electrónico pudo ayudar a los histólogos en sus futuros hallazgos.Los tejidos observados en el microscopio son muy finos para que la luz pueda pasar a través de toda la capa de células, y generar una buena imagen. El uso de colorantes ayudar a identificar las partes de las células, tales como azul de metileno,la fenolftaleína, etc. La histología animal incluye: El tejido epitelial (epitelio), el tejido adiposo, el tejido cartilaginoso, el tejido muscular, el tejido óseo, el tejido nervioso y la sangre. La histología de las plantas incluye: los tejidos meristemáticos o divisibles, el relleno de los tejidos, el tejido de revestimiento y los tejidos vasculares.

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